Hay un Lorca popular y un Lorca imposible, pero son el mismo. Hay un Lorca de raíz gitana y un Lorca de Nueva York, pero son el mismo. Hay un Lorca que fue la alegría de cualquier lugar en el que entraba, la risa, la música; y hay un Lorca trágico, transido de una melancolía oscura, de una herida mortal. Pero son el mismo.