J’attendrai no solo revisa la brutalidad del nazismo, sino la tragedia individual de los que sobrevivieron al miedo, al dolor, y han vivido el resto de su vida con la culpa de haberse salvado, y con otro miedo atroz: el de ver la sospecha hacia tu persona en la mirada del otro, de los otros, de los que saben que tú has sobrevivido, porque, al fin y al cabo, algo malo habrás hecho para salvarte en semejante situación, habrás colaborado con los asesinos, habrás delatado, traicionado…