En “La celosa de sí misma” tienen su más expresiva representación aquellos elementos literarios que tradicionalmente se atribuyen a Tirso: fuerza cómica y satírica, dominio de los caracteres y vigor realista y costumbrista. La malicia y socarronería del fraile triunfan plenamente en esta comedia, conviviendo con una riqueza inigualable de matices sicológicos.