En 1995 nos lanzamos a producir nuestro primer espectáculo, sin ayudas ni subvenciones, sin dinero y con un sello desconocido. Quizá porque nos sentíamos en aquel momento un poco náufragos elegimos para iniciar nuestra andadura con «Robinson Crusoe», un espectáculo para niños y jóvenes, basado en la novela de Daniel Defoe.