¿Cómo puede una persona desconocerse hasta el extremo? Es posible que los demás nos conozcan mejor que nosotros mismos? Cuántos Vitangelo Moscarda existen, entonces? Uno, ninguno o cien mil? A partir de una anécdota aparentemente trivial y humorística – Vitangelo Moscarda, el protagonista, se da cuenta gracias a su mujer que tiene la nariz torcida