facilitar la movilidad

Más de cien organizaciones del sector cultural se han unido para pedir una mayor atención a las relaciones culturales entre los Estados Unidos y la Unión Europea en materia de movilidad.

Esta relación, que consideran «de especial importancia» para recuperarse de la crisis sanitaria causada por la COVID-19, pone el énfasis en la mejora de la obtención de permisos de trabajo para viajar entre ambos continentes. Las entidades que firman el documento abogan por una señal política que dé esperanza y perspectiva para hacer frente a algunos de los obstáculos más fuertes que artistas, personal y  profesionales de la cultura se encuentran en la actualidad para viajar. Entre los más relevantes, destacan los relacionados con «la engorrosa y costosa tramitación de visados para trabajar en Estados Unidos o la gran variedad de condiciones que los artistas estadounidenses necesitan para obtener permisos de trabajo en los distintos países de la Unión Europea».

Por ello, reducir los obstáculos para visados y permisos de trabajo es, por tanto, «un instrumento esencial para aportar esperanza, futuro y un nuevo comienzo del intercambio cultural entre los dos continentes». Con este fin, las organizaciones se han mostrado dispuestas a la preparación conjunta de recomendaciones que ayuden a salvar estas trabas administrativas.

«Mientras que los Estados Unidos y la Unión Europea pueden estar orgullosos de un próspero intercambio cultural, las comunidades de artistas de ambos lados del Atlántico les pedimos que adopten un enfoque orientado a la solución en lo que respecta a la movilidad».

La Unión Europea y los Estados Unidos son mercados de exportación muy importantes para la cultura. Los servicios culturales supusieron 5.961.500 millones de euros de exportación a Estados Unidos en 2019 y 2.575,1 de importación en la Unión Europea.

La crisis del coronavirus ha golpeado duramente a ambos socios comerciales. Los conciertos, espectáculos y eventos estuvieron parados durante más de un año, sin viajes ni giras en ninguna de las dos direcciones. Según un estudio realizado por Ernest & Young sobre el impacto de la pandemia, los sectores de la música y de las artes escénicas en Europa fueron los más afectados, con un 70% y un 90% menos de facturación en 2020. Se espera que solo hacia finales de 2021 se reanude lentamente, con graves consecuencias en el negocio de los eventos en vivo entre los Estados Unidos y la Unión Europea.

Además, la movilidad de los artistas genera una espina dorsal de comercio adicional (vuelos, hoteles, catering, alquiler de servicios locales, transporte por carretera, impuestos locales, etc.) y genera ingresos para muchas otras industrias secundarias, así como miles de empleos indirectos.

Por tanto, reducir los obstáculos a los visados y permisos de trabajo para facilitar la movilidad es un instrumento esencial para aportar esperanza, futuro y un nuevo comienzo de intercambio cultural entre los dos continentes.

Si quieres conocer a los firmantes de esta petición, consulta el documento en versión original.


[Actualización de artículo, 22 de junio de 2021] Tras una revisión de la recomendación sobre el levantamiento gradual de las restricciones temporales a los viajes no esenciales a la Unión Europea, el Consejo Europeo ha actualizado la lista de países y regiones para los que se deberían levantar las restricciones de viaje.

A partir del 18 de junio de 2021, los Estados miembros podrán levantar gradualmente las restricciones de viaje en las fronteras exteriores para los residentes de los siguientes terceros países: Albania, Australia, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda, República de Macedonia, Ruanda, Serbia, Singapur, Corea del Sur, Tailandia, Estados Unidos y China. Los criterios para determinar estos terceros países se han actualizado recientemente y abarcan la situación epidemiológica y la respuesta global al COVID-19, así como la fiabilidad de la información y las fuentes de datos disponibles. Esta lista se seguirá revisando cada dos semanas y se actualizará en caso de que sea necesario.

Cabe señalar que la recomendación del Consejo Europeo no es un instrumento jurídicamente vinculante, por lo que las autoridades de los Estados miembros serán las responsables de aplicar el contenido de dicha recomendación. Ningún Estado miembro deberá decidir el levantamiento de las restricciones de viaje para terceros países no incluidos en la lista, hasta que se tome una decisión coordinada.